Otras miradas al pasado

Espacios de muerte

Ritos fúnebres para mujeres

Recreación de una pira funeraria ibérica

Cultura Ibérica. Siglo IV a. C.

El enterramiento no es más que una parte dentro de un proceso ideológico y social, una compleja cadena de emociones y proyecciones de pensamiento con huella en el registro material.

Existe un orden físico, pero también simbólico del espacio, una puesta en escena y unas vivencias en torno a las tumbas. El ritual y su despliegue en el espacio de la necrópolis y la tumba puede revelar numerosos aspectos identitarios en relación con la riqueza, linaje, etnias, movilidad, grupos sociales, familiares, edad o género…

 

"El espacio funerario es diseñado y creado por relaciones sociales, objetos naturales y culturales”

Valores simbólicos del espacio funerario

Las necrópolis, o cementerios, son escenarios religiosos y sociales de prácticas rituales que ligan la comunidad a su pasado, donde participan las mujeres. Su uso se prolonga en el tiempo y son objeto de celebraciones colectivas con huellas de fuego, perfume, ofrendas, en ocasiones con libaciones y banquetes familiares, danzas y música, dependiendo del momento cronológico.

Jóvenes mujeres oferentes de Osuna (Sevilla)

Pertenece a uno de los sillares de esquina del conjunto monumental ibérico, probablemente funerario.

Cultura ibérica. Siglo III a. C.

Terracota de la necrópolis fenicio-púnica del Puig des Molins (Ibiza)

Las mujeres son protagonistas en los rituales funerarios, por ejemplo, a través de la música y la danza en los funerales, como muestran estas terracotas.

Cultura fenicia. Siglo VII a. C.

Necrópolis vaccea de Las Ruedas, Pintia, Padilla de Duero (Valladolid)

Algunos enterramientos femeninos son objeto de banquetes rituales como sucede en las tumbas 127 a y b. Estas contienen los cuerpos de una mujer adulta y una niña de ocho años. Ambas presentan un rico ajuar de piezas cerámicas de gran variedad y de ofrendas animales.

Cultura romana. Siglo II a. C.

Lugares, mujeres y ritos

El espacio de la necrópolis también es simbólico. Reconocemos en distintos casos ordenamientos y alineaciones, pautas de centralidad, visibilidad… Y en dicho espacio funerario se disponen enterramientos individuales, de parejas, grupos familiares… La distinción en el propio rito de enterramiento, además, puede marcar una diferenciación social.

Necrópolis megalítica de Panoría, Darro (Granada)

Enterramientos colectivos donde la mayoría de los restos antropológicos han perdido sus conexiones anatómicas apareciendo amontonados unos encima de otros, con ajuares cerámicos, líticos y conchas marinas. Se enterraron individuos de ambos sexos y de todas las edades.

Edad del Cobre. IV – III milenio a. C.

Cámara del hipogeo ibérico de Hornos, Peal de Becerro (Jaén)

Enterramiento doble, una pareja de adultos, un varón y una mujer, cremados conjuntamente, acompañados de un modesto ajuar.

Cultura ibérica. Siglo VI a. C.

¿Qué llevarse al último viaje?

La gente construye su identidad a través de las relaciones de objetos y el ajuar funerario es un rico banco de datos para aproximarnos a la sociedad y sus percepciones. Riqueza, prestigio, rareza, autoridad, género… Hoy se refutan atribuciones mecánicas de elementos supuestamente pertenecientes a varones como el armamento, que no se vincula en exclusiva a tumbas masculinas.

Ajuar de tumba argárica del Cerro de la Encina, Monachil (Granada)

Enterramiento infantil doble, con posibles juguetes cerámicos como acompañamiento en la tumba.

Edad del Bronce. II milenio a. C.

Ajuar de la tumba 155 de la necrópolis del Cerro del Santuario de Baza (Granada)

Además de la escultura de la Dama, encontramos un excepcional ajuar cerámico y cuatro panoplias guerreras.

Cultura ibérica. Siglo IV a. C.

Juguetes romanos de tumbas infantiles de la necrópolis de Las Eras de Ontur (Albacete)

Se trata de muñecas articuladas, fabricadas en hueso, dotadas de una función educativa y ritual.

Cultura romana. Siglo III – IV

Excavación de dos estructuras de combustión del nivel XIII. Cova del Bolomor

Paleolítico medio

La excavación minuciosa del hogar y el estudio en el laboratorio de los restos de carbones, cenizas, piedras y tierra quemadas o restos de animales y plantas darán información sobre para qué se usó, cómo, cuántas veces y a qué temperatura llegó.