Otras miradas al pasado
Mujeres del pasado y del presente
Mujeres del pasado y del presente
Poco a poco van saliendo a la luz en la historia de la disciplina las figuras femeninas que, desde el siglo XIX, ejercieron profesionalmente en el campo de la arqueología. Si bien lo que se conoce actualmente como arqueología feminista es un fenómeno más reciente, muchas de estas pioneras participaron de una forma u otra en la reivindicación de igualdad política y académica de las mujeres.
El pensamiento feminista ha subrayado, de forma reiterada, la estrecha imbricación de la presencia de mujeres en el ámbito de la investigación con el desarrollo de perspectivas diferenciales que hagan visible y den nombre a su experiencia histórica. La lucha por la igualdad, en términos numéricos, en la gestión, la producción y la socialización del conocimiento histórico es, a todas luces, un proceso inacabado e insuficiente, ya que el objetivo reside en trabajar por una nueva cultura académica, disciplinar y profesional inclusiva, equitativa y no androcéntrica.
Estudiantes realizando prácticas en excavación arqueológica
Mujeres investigadoras
Desde el siglo XIX, numerosas mujeres se han dedicado a la investigación arqueológica. Pero es a partir de las primeras décadas del siglo XX y a lo largo de los siguientes años, cuando presenciamos cómo, paulatinamente, las arqueólogas se incorporan a la disciplina desde una mirada y prácticas femeninas.
A pesar de los avances significativos, actualmente aún se mantiene un fuerte desequilibrio en la estructura académica y profesional y se están empezando a documentar prácticas sistémicas de acoso sexual. El trabajo en red y el surgimiento de grupos de colaboración y de presión institucional se presenta como el camino a seguir.
Mujeres en los museos
La arqueología ha tendido a crear una sutil diferenciación estereotipada de tareas por la cual el trabajo más “doméstico” de la conservación arqueológica en los museos parecía más apropiado para las mujeres. Esta división del trabajo, surgida en el contexto de las primeras incorporaciones de las mujeres a la arqueología, permitió a muchas de ellas no sólo desarrollar una carrera profesional, sino también operar como referente y apoyo a las jóvenes que se iniciaban en la disciplina.
Esta fuerte presencia de mujeres en los museos y su énfasis en la mediación está generando nuevas generaciones de liderazgo femenino en las instituciones culturales, que aportan su bagaje específico a las nuevas formas de concebir los museos como instituciones abiertas e inclusivas.
Mujeres educadoras
La arqueología feminista tiene como vocación que los resultados de su investigación contribuyan a generar otras miradas sobre el pasado mediante acciones educativas y divulgativas fundamentadas en la investigación sobre la cultura material que se vinculen con cuestiones relevantes del presente.
La capacidad de transformación de nuevas miradas al pasado no puede limitarse a cambiar el discurso académico, sino que ha de formar parte de nuevas estrategias en las formas y los contenidos de la educación. Si pretendemos modificar las desigualdades sociales y culturales relacionadas con el género, hay que influir en la acción educativa mediante instrumentos y estrategias didácticas igualitarias e inclusivas.